miércoles, 14 de marzo de 2012

Yo soy de Cristo

Últimamente pienso bastante en ese pasaje de los Hechos de los Apóstoles en el que se ponen de manifiesto las diferencias entre los primeros cristianos. Alguien dice (cito de memoria) que no se trata de ser de Pedro, de Pablo o de Apolo, nombres de algunos líderes de aquellas comunidades, sino que el único al que debemos adscribirnos es a Jesús de Nazaret, a su mensaje y a su modo de ser hombre con los hombres.

Todo esto viene a colación de los últimos rifirrafes que ha habido entre la Conferencia Episcopal Española, el órgano coordinador de los obispos, y el comunicado que han hecho los militantes de la Juventud Obrera Cristiana (JOC) y la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) sobre la reforma laboral del gobierno de Rajoy. Naturalmente, Rouco ha desautorizado públicamente todo el manifiesto, estimándolo como no oportuno e improcedente.

En el contexto eclesial en que vivimos, la JOC, la HOAC y movimientos afines y hermanos, como MTC y ACO, son los que más saben del mundo obrero y de cómo llevar la Buena Noticia a los ambientes últimos del trabajo. Y lo saben porque están dentro, porque sienten la causa de la justicia en sus carnes y ven que el rostro de Jesús con los pobres se sitúa muchas veces en la tragedia del paro, de los accidentes laborales, de la precariedad y del empequeñecimiento del trabajador en un conflicto donde él cada día es más invisible.

La Iglesia, a pesar de Rouco y contrariamente a lo que parece, lo sabe. La Iglesia de todos, la que verdaderamente vale, no el pequeño reducto burocratizado y desencarnado de ciertos personajes. La Iglesia que yo he vivido en la JEC y en Profesionales Cristianos es la misma que la que confiere a la JOC y a la HOAC la misión increíblemente grande de evangelizar el mundo obrero, esto es, ser luz de Cristo en el ambiente trabajador, sufrir con los que sufren, reír con los que ríen y luchar por la utopía cristiana de un trabajo digno y dignificante, que sea reflejo de la plenitud del Cielo desde ya. Por eso existe la Pastoral Obrera y por eso los obispos han depositado esta encomienda en ellos. Y ellos, la JOC y la HOAC, lo han aceptado y se pelean cada día por denunciar proféticamente las estructuras que hacen que las personas no se realicen en sus trabajos, los modos sibilinos de ocultar el conflicto y favorecer al grande, en perjuicio del pequeño. Lo hacen convencidos de que “un joven trabajador vale más que todo el oro del mundo”.

Lo más inquietante del pronunciamiento de Rouco no es tanto su significación y su posicionamiento en una línea muy determinada de la política española, lo han hecho otras veces de manera incoherente, inconexa, falta de compasión, prejuiciosa, suficiente y  sin sentido de la realidad.  Como ahora. Lo que más me preocupa es que no han hecho problema de generar un enfrentamiento abierto con uno de los rostros más transformadores de la Iglesia institucional: los movimientos de Acción Católica. No han visto problema en ejecutar división y de exponerse al público escarnio en los medios, que se han hecho eco de las medidas de ostracismo a las que han sometido el manifiesto (por otro lado, acogido, respetado, voceado y confirmado por otras instancias eclesiales y episcopales). Lo peor es esa falta de humanidad, de empatía con las personas que sufren; no entender que los signos de los tiempos hablan del desastre del desempleo, de la injusticia de soterrar el debate en torno al conflicto social (¡como si no existiera!).

Yo no quiero ser de Pedro ni de Apolo, ni del PP ni del PSOE, ni de Rouco, ni de la JOC ni de la HOAC. Quiero ser de Cristo. Por eso hoy firmo y difundo este manifiesto que pone en el centro a la persona, que denuncia las inequidades consentidas y cómplices de una Reforma contraria al mensaje de paz, fraternidad y justicia de Jesús.

5 comentarios:

  1. tu lo que eres, es mu bonico. Un abrazo muy grande desde córdoba. Pedro lara

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  2. Pedrooooo! Más que bonico, "boneco", que es muñeco en portugués.... Un abrazo amigo.

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  3. Hoy he llegado a la cafetería... café con leche y media de aceite a la que le echo azúcar... los camareros son de los pocos que me han echado de menos en la facultad y me han llamado por teléfono cuando me he operado... bueno ellos y las limpiadoras. Me esperaban estas últimas para contarme en la situación en la que están; ellas son trabajadoras con contrato fijo, de seis horas diarias,algunas llevan más de 15 años; cada mañana a las seis ya están limpiando las aulas y los pasillos pasando frío que a esa hora no está la calefacción... Ayer las reunieron a todas y el abogado de su empresa les explicó la situación actual. Más o menos la cosa fue así: la universidad con los recortes económicos ha decidido, recortar en lo que se refiere al contrato con esta empresa de limpieza, trecientos mil euros - cincuenta millones de pesetas me dicen ellas- , la empresa que como "san JOsé" es buena y no quiere despedirlas..., ha pensado que como la reforma laboral se lo permite, van a pasar a ser fijas-discontinuas... o sea que las despiden en junio, no cobran julio y agosto, y vuelven e septiembre, así ahorra la universidad, la empresa... y ellas siguen trabajando, o sea que las que recortan son ellas.
    Pues podíamos despedir a Rouco, en Julio y Agosto, y ahorrarnos ese sueldo... y en ese tiempo sacamos los manifiestos... es broma¡ Él se merece ya la jubilación, pero verás como abusan de estas condiciones de reforma laboral y el pobre tendrá que seguir trabajando de presidente de la conferencia episcopal española. Menos mal que ahí no han recortado nada del presupuesto¡¡¡¡

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  4. Desde luego no se trata de ser de Rouco,(porque entonces me borro) yo también soy de Cristo y creo que hay poca comunión con los movimientos obreros, por eso también difundí el manifiesto de la HOAC y de la JOC que me parece muy interesante.(Tampoco quiero ser de PP ni del PSOE, jeje)

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