domingo, 29 de septiembre de 2013

No precisa más revisiones en nuestra unidad


Con estas palabras terminaba el informe médico que nos han entregado esta semana. La enfermedad de Pablo, nuestro hijo, que nos hizo pasar mes y medio hospitalizados y seis meses de tratamiento y revisiones, llegaba al punto que tanto ansiabamos. Hoy comparto la Lectura Creyente que Angelines y yo hicimos el día 1 de junio, donde celebramos la acogida de Pablo en nuestra comunidad de vida.

El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

Un año de vida
Once meses, dos días, quince horas y unos cuantos minutos. Ese es el tiempo que llevamos viviendo. Un tiempo precioso, en la más amplia extensión de la palabra. Precioso porque cada instante cuenta, como cuenta cada mirada y cada gesto. Precioso porque rebosa belleza y dulzura. Once meses, dos días, quince horas, y unos cuantos minutos.

Ante ti, Padre, y como familia, vivimos el regalo inmenso de Pablo en la tarde de su festividad. Rápidamente nos congregó en torno a él, y todos vosotros fuisteis testigos cercanos de su venida. Quisiste que viviésemos desde el primer momento la fragilidad de la existencia, para que aprendiésemos eso de que hasta el último de nuestros cabellos está contado. Y, como Padre bueno, cuando tuvimos hambre, nos colmaste de un pan que nos sacia para siempre, un agua que no permite que tengamos más sed. Una medida generosa, abundante y remecida, que nos colma de alegría y que nos empuja a compartirlo con todos.

Hoy entendemos nuestra historia desde él. Desde Pablo, con él, y hacia todos vosotros. Entendemos que somos porque somos juntos, que encontramos un nuevo sentido a la palabra familia, y que ese mirar de comunidad también se extiende a los que nos rodeáis con cariño y con afecto. Os podríamos contar tantas cosas de este primer año… Os podríamos contar las noches, donde todo se maximiza (lo bueno y lo malo), los días de sol que parece que existen solo para pasear con él, los ratos compartidos, las risas, los llantos, tantas y tantas alegrías… Pero hoy os servimos lo pequeños, lo imperceptible, todo lo que ha pasado a nuestra cotidianidad, mudando y mutando nuestra rutina, rompiendo lo monótono en una armonía colorida de risas incipientes. Como las que conocéis Pablo empieza a pronunciar.

Luego vino la duda y el abismo. El recuerdo de la noche del 2 de febrero, en la que ingresamos en el hospital. En la madrugada, esperando las noticias, bautizamos a nuestro hijo, haciéndonos conscientes de que, como iglesia doméstica, Pablo no era nuestro, sino de Cristo, y en Él depositábamos lo más preciado de nuestro ser.

La enfermedad ha supuesto el contraste, pero también el descubrimiento. Vida y muerte entrelazadas, unidas de forma íntima y tantas veces confusa… La vivencia del límite y de la debilidad, en lo más hondo. La existencia se agita y remueve, interrogando por el sentido de las cosas. Un sentido que solo descansa en el amor.

Nos descubrimos arropados, queridos, amados… calientes de cariño, henchidos de oraciones. Supimos de vuestros desvelos, los mensajes, las llamadas… todas esas muestras de amor serán perlas preciosas en nuestros pensamientos, y nos recordarán siempre que, por mucho que cueste vivirlo, nunca estaremos solos.

Hoy sentimos la llamada a compartir un sentimiento de familia con vosotros. Desde Pablo, desde su curación, desde su proceso que avanza y desde el día que celebramos, os sentimos familia extensa y cercana, universal.

Y por Pablo experimentamos el deseo profundo y sincero de seguir caminando, con vosotros, en todos los espacios que hacen que esto funcione. Queremos seguir descubriendo juntos las ramas del árbol de mostaza donde anidar.

Once meses, dos días, quince horas y cada vez más minutos. El calendario avanza, pero sentimos que por él y con vosotros, ahora, todo tiene sentido.

2 comentarios:

  1. enhorabuena familia!!!!!!!!!!!una gran noticia!!!!!

    ResponderEliminar
  2. Tanto, tanto... para creer y amar, que no podemos perder ni un minuto... Abrazos entrañables y agradecidos a los tres¡ porque "sois mucho más que dos"...

    ResponderEliminar